LA BOLA


Historia en la cocina y tradición están presentes en esta taberna-restaurante de Madrid que abrió sus puertos hacia 1802 como botillería, pero que fue en 1870 cuando una asturiana, la verdadera matriarca de la saga que aún lo sigue regentando lo conviertió en restaurante.
La familia verdasco sigue llevando las riendas, ofreciéndo un cocido madrileño, que las crónicas del siglo XIX ya hablaba de los tres tipos de cocidos que en distintas horas se servían y que contaban con clientes desde obreros a senadores.
Un rincón de Madrid que mantiene el plato típico, hecho en puchero de barro y al carbón de encina.

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