DORMIR, AMAR


HOTEL NERI


Cuando se pasea por el barrio gótico de Barcelona se retrocede en el tiempo y en la historia, además alojarse en él en uno de los palacios que lo conforman suponen un buen final para una jornada de visitas por la ciudad.
El hotel Neri nace del conjunto de un palacio y un edificio aledaño que estaba derruido para convertirse en un hotel con un ambiente singular, un ambiente cuidado de la mano de la interiorista Cristina Gabás.
Su restaurante de comida meditarranea tripulado por el chef Benito Iranzo tiene una carta que cambia cuantro veces al año, una por temporada, para ofrecer lo mejor de cada una.
Solo cuenta con 22 habitaciones distribuidas en tres plantas y tres categorías, además de una extraordinaria suite ideal para escapadas románticas.

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